viernes, marzo 24

Estado físico, mental, y social: las tres patas del trípode SALUD

   La SALUD. Un término actualmente explicado como un “Proceso de interacción tendiente a lograr el mejor estado de equilibrio dinámico e integral posible en el individuo psico-somático, situado en el ambiente físico-químico, biológico y psico-socio-cultural en el que vive. ¿Pero esto qué significa?

   Tanto los humanos como cualquier otro ser vivo en el planeta necesitan que todas sus funciones y sistemas actúen correctamente. El organismo constantemente responde ante los cambios físicos y químicos dentro y fuera del cuerpo, en busca de un estado de homeostasis para conservar la salud. Por ejemplo, a la mayoría de las personas se nos suele notar lo que popularmente se conoce como “piel de gallina”, los pelos que cubren principalmente los brazos y las piernas se erizan en los días de frío. Esto ocurre porque ante el cambio de temperatura el cuerpo genera una respuesta adaptativa para recuperar el equilibrio, los pelos forman una capa aislante sobre la piel para mantener el calor. Lo mismo ocurre con los animales peludos.

   Sin embargo, existe algo que distingue al ser humano por sobre las otras especies, la capacidad de analizar y razonar, es por eso que en las personas, la salud implica el bienestar físico, mental y social. Uno de los factores más importantes a tomar en cuenta es el estilo de vida, la forma en la que vivimos el día a día, como nos alimentamos, como nos relacionamos con otras personas, los hábitos que tenemos y nuestro comportamiento, los cuales dependen a su vez del lugar y tiempo en el que vivimos. 

  Nuestra existencia tiene necesidades básicas, algunas vitales como pueden ser el aire, la temperatura, la luz, el alimento y el agua. Pero existen también, necesidades de las que no dependemos para vivir, pero pueden ser perjudiciales para nuestra salud si no son satisfechas. 

   Un buen ejemplo es el hacer ejercicio, es bueno mejorar el rendimiento cardíaco e incrementar nuestra fuerza, a largo plazo también logra alargar algunos años la vida; o descansar, ya que el cuerpo necesita recuperar energía y relajar la mente. Por otro lado, psicológicamente el ser humano necesita de amor y afecto desde su nacimiento, una persona que carece del cariño de sus amigos y/o familia a menudo puede caer en depresión y sentir un aislamiento social. Los humanos dependemos unos de otros, de lograr comunicar nuestros sentimientos y pensamientos en libertad, con seguridad y sin limitaciones, necesitamos, queramos o no, el ser tomados en cuenta, ser reconocidos, escuchados y aceptados por la gente que nos rodea aun sabiendo que cada quién ve las cosas a su manera. Necesitamos sentir que servimos para algo, que nuestra existencia tiene un objetivo, que nuestros sueños, ideas y proyectos sean satisfactorios o simplemente muestren algún tipo de progreso para evitar frustraciones.

   Dependemos de otros humanos para ser humanos. Desde que nacemos se nos enseña a ir al baño, comer, caminar, leer, escribir, contar, compartir… ayudarnos unos a otros y a nosotros mismos. Como un perfecto círculo vicioso, aprendemos a cuidarnos, a cuidar de otros y enseñarle al otro a cuidarse.

   Tenemos presente que las personas somos conscientes y buscamos cubrir nuestras necesidades. Podemos verlo claramente en nuestro comportamiento como sociedad, si una población aumenta, las autoridades se ven casi obligadas a agrandar el territorio habitado y construir viviendas; si un producto de alta demanda no se puede producir en el área en el que habitan, lo más probable es que lo compren del extranjero; cuando se necesita dinero para abastecer un país el gobierno recurre a los recursos que más al alcance tiene, tales sean el turismo, la exportación de productos y/o materias primas locales, la caza y pesca, la obtención de gas y/o petróleo, entre otros. Siempre se busca mantener el bienestar de todos. Sin embargo, muchas veces el crecimiento y mejoramiento del Ecosistema humano, contribuye a la destrucción de los ecosistemas naturales, talando bosques para la construcción, limitando la vida en ciertos espacios debido a la contaminación, poblando lugares que anteriormente eran hábitats de otras especies o cazando aquellas en peligro de extinción. 

   Podemos decir entonces que conservar la salud no es solo consultar a un médico para recibir un medicamento recetado que cure una enfermedad. Sino que es el correcto funcionamiento de nuestro organismo, mente y moral, una responsabilidad propia y de quien nos rodea.