domingo, noviembre 20

BeTWIN Towers

   La película "The Walk", cuenta una historia basada en hechos reales. Philippe Petit (interpretado por Joseph Gordon-Levitt), fue un funambulista francés, que colocó ilegal y secretamente un cable entre las dos torres gemelas del "World Trade Center" para caminar de una torre a la otra un 7 de Agosto de 1974. 

   A fines de los años 60 había comenzado a viajar y realizar algo parecido en edificios emblemáticos de todo el mundo. Pero el espíritu de este equilibrista no se conformaba, pedía por mayores desafíos. La noticia de la construcción de las torres no solo se viralizó en los Estados Unidos, sino también por Europa, particularmente en Francia. Esos 100 metros que las hacían más altas que la misma Torre Eiffel lo motivaron a elaborar un plan durante 6 años. Luego de estudiar los movimientos de los constructores, Philippe se introdujo en la construcción de la Torre Sur antes del final de obra y colocó el alambre durante la madrugada, el que consagraría su proeza.
Tal fue la magnificencia de su actuación que luego de cruzar el vacío los policías que le recibieron en la segunda torre no sabían si aplaudirlo o arrestarlo.

   El evento inspiró A Robert Zemeckis a recontar la historia de cómo fue que esa idea apareció en la mente del joven Philippe. Muchos periodistas le preguntaron si al momento de pararse sobre la cuerda sentía algo de nervios, el mismo contestó que no, que no pensaba en ello, ni podía permitírselo. Estaba conciente, por supuesto de que prácticamente se estaba entregando a la muerte pero su sueño era muchísimo más fuerte. Con mucha elegancia, tranquilidad y admirable facilidad cruzó el cable más de cuatro veces a 415 metros por sobre el suelo.

   Agregado a la satisfacción del protagonista, también se hicieron presentes previas a la histórica caminata, varias escenas de nerviosismo, decepción y frustración, sin embargo nada lo detendría. Tuvo un percance que podría haber perjudicado su sueño. Simulando ser un albañil para tomar registro de las dimensiones del área, se incrustó, en un descuido, un clavo en su pie. En ese momento se activaron sus nociceptores, es decir, los receptores que detectan cualquier cambio a nivel químico, térmico y mecánico, en este caso, de la planta del pie. En fracción de segundo sus moduladores interpretaron la información y le transmitieron la misma a los efectores para generar una respuesta en un intento de volver a la homeostasis. En esta situación, la reacción de su cuerpo fue retirar el pie de la tabla flexionando la rodilla, la cadera, el tobillo y los codos para lograr tomar el pie con las manos y comprimir la circulación de la sangre hacia la herida para evitar una hemorragia. En otra ocasión, la noche anterior al evento, sufrió una pesadilla que elevó el nivel de adrenalina en su organismo provocando que se despierte tenso, y agitado. En medio del desvelo, recordó que había olvidado cerrar con clavos la caja en la que llevarían todo su material y así, a través de enérgicos golpes con el martillo descargó su ansiedad.

   Al ver la película es imposible evitar que nuestros latidos simplemente aceleren, más de uno de mis compañeros comentó “Si así estoy con la película, no me imagino ahí arriba”. Y es que el personaje parecía totalmente relajado por fuera, luego de tanto entrenamiento su cuerpo se había acostumbrado a mantener la homeostasis aún bajo presión.

   Luego de analizar su caminata, podríamos decir que gracias a esa práctica, su sistema endócrino funcionaba de una manera fascinante, se notaba a simple vista que la adrenalina no lograría arrastrar a Phillipe fuera de ese estado de concentración gracias a las hormonas que éste sistema liberaba; con la mente relajada y enfocada en una sola cosa, le permitió al sistema nervioso coordinar su cuerpo entero y mantener una postura perfecta, y además, enviar órdenes al sistema osteo artro muscular, para no solo caminar elegantemente, sino también evitar tensarse y errar un paso realizando movimientos antagónicos principalmente con las piernas.

   Su entrenamiento previo, se había basado en ignorar estímulos que podrían, desconcentrarlo y provocar su muerte, como podrían ser: reaccionar rápidamente pero no de manera brusca ante la aparición de una briza y balancear el peso de su cuerpo y la varilla para evitar una caída; no desenfocarse por la aparición del dolor u ardor en la planta del pie debido a la herida que no había cicatrizado del todo; no prestar atención a los sonidos de la ciudad completamente, Nueva York no solo se la describe como ‘formada por inmensos edificios’ sino también como ‘ruidosa’, por lo que no perder la calma a culpa de las bocinas podía resultar complicado; y uno de los más difíciles en mi opinión era reducir los estímulos visuales. Petit en una entrevista, mencionó que la bruma que aparece en la película mostraba perfectamente como por un momento lo único que veía era el cable. “El mundo entero no existía, solo el cable estaba en mi mente. El director se las arregló para representar eso agregando niebla en la escena y luego ver el alambre yendo hacia lo infinito, hacia otro planeta. Así, en cuanto lo pisaba, esta misma disminuía, permitiéndonos reconocer Nueva York y las Torres”, dijo.

   La película resulta ser emocionante y atrapante, realizada mostrando el amor de Philippe a su vocación y su sueño, además de toda la formalidad y delicadeza propia del personaje que se consideraba un artista único. El recuerdo de esta hazaña le brindó alma a las Torres Gemelas destruidas hace quince años.


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