miércoles, junio 7

Punto y coma, que no termine la historia

El texto hace referencia a ambos donantes. En primer lugar a aquel que se encuentra en un estado que ya no tiene retorno y no hay posibilidad de que siga viviendo. Su historia termina, por lo que "ponemos un punto final" pero en caso de ser una persona sana, la oportunidad de donar sus órganos se hace presente. "Podemos poner una coma y seguir contando la historia del otro" dice, puesto que una vida termina, pero aproximadamente otras quince mejoran.
También leemos "o poner una coma y seguir contado nuestra historia y la del otro" puesto que hay donantes en vida, que dan uno de sus órganos pares o parte de sus impares como podría ser el hígado. Este donante, consciente de como sus acciones ayudarán a otra persona, puede contar a la par de su vida la historia de alguien más.

Existen los donantes en vida, existen los donantes cadavéricos. Y sin importar cuál sea, la donación sigue siendo un acto de amor.

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